miércoles, 24 de mayo de 2017

Publicación 8


Tesoros

Los tesoros que busco son los valores. En nuestro mundo hemos perdido los principios, hemos olvidado lo importante que es lo que llevamos por dentro y que con valores podemos vivir en paz. Es difícil, ya que no es buscar los valores sino es dar ejemplo y hacer que todos comprendan que sin importar la ideología o la religión, la tolerancia y el respeto nos llevan a un mundo mejor.

¿Para que los busco?
Los busco para dejar huella en el mundo, para contribuir con el planeta que nos ha dado tanto, para tener una sociedad con menos violencia y más equidad. Esos son mis objetivos, son los tesoros que he planeado encontrar desde pequeña. Mi mayor tesoro, un mundo mejor. 

Retorno al mundo ordinario
Mi mundo ordinario y extraordinario se fusionan, a la final, son el mismo. Si logro cumplir mi objetivo, el regreso a casa será gratificante, el ver como todo ha cambiado, o bueno, tal vez no todo pero como he sido útil como para hacer algo positivo y de beneficio. Este será el momento en el que descansaré con una sonrisa en el rostro, porque sé que he cumplido mi misión. Sin embargo también será el comienzo de nuevos objetivos, nuevas metas. Será el momento de pensar en mi próximo tesoro.

Y ahora, ¿quién soy yo?

La pregunta no ha dejado de ser difícil, sin embargo, creo que hoy me conozco mucho más que ayer, aunque eso no sea suficiente para conocerme completamente. Como ayuda para saber quiénes somos, podemos compararnos con una especie de caja o podemos imaginar que nuestra vida es una caja; pero, la experiencia, las historias, la memoria, los sentimientos, las alegrías y las tristezas no las guardamos dentro de esta caja, sino son las que ayudan a robustecer, a dar forma, volumen o grandeza a este objeto. Dentro, guardamos lo que necesitamos para ayudar a los demás, guardamos lo breve y lo pasajero. A la final, siempre hay momentos en que la caja se puede caer, se puede romper un poco y lo que tenemos dentro se puede dañar o perder; sin embargo, lo que ha formado esa caja no perderá jamás su esencia.

Muchas veces me he preguntado quién soy yo, en estas últimas semanas con mayor razón, pero desde que he sido una niña y leí una historia sobre la felicidad comencé a interrogarme a mí misma sobre ciertas dudas que pueden rondar en nuestra mente. ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Cuál es mi propósito? ¿En verdad tengo un propósito? Las preguntas se hacen pero las respuestas se esconden, a veces no quieren ser descubiertas y depende de nosotros llegar a conclusiones, que pueden ser correctas o erradas, pero que al fin y al cabo es lo que percibimos sobre nuestra vida. Ahora, si me pregunta quién soy yo, les diré que soy un ser, soy una caja que tiene 18 años de estarse moldeando, de estar aumentando de tamaño. Dentro llevo los conocimientos y lo que es necesario para cumplir mi propósito. ¿Cuál es mi propósito? Ayudar a los demás siendo feliz. Hace unas semanas pensé que la caja tenía dentro las experiencias, las historias, los juegos, las risas, las personas especiales y demás. Pensaba que todo esto era lo que nos llenaba y nos hacía crecer; pero hoy pienso que no, esto nos da esencia pero dentro está lo pasajero, lo que usamos con el fin de lograr nuestros propósitos y luego se va, desaparece. Tal vez las personas sí estén dentro de la caja ya que un principio muy importante que aprendí en este curso de autoconocimiento es que todo puede cambiar, nada ni nadie es permanente y que debemos aceptar esta realidad porque de no hacerlo, los cambios causan disonancias graves en nuestra vida.

Nuestras ideas de cómo son las cosas nos hacen vivir la ilusión de que las cosas son estáticas, invariables, y nos apegamos a pensamientos tales como: lo que tengo es mío y me pertenece; este es mi carácter, soy así y no lo puedo cambiar; para sentirme satisfecha necesito hacer esto o aquello;… Podríamos seguir con infinidad de ideas “permanentes” que están ancladas en nuestra mente y que nos producen una falsa sensación de seguridad: “sabemos quién somos y qué queremos en nuestras vidas”, todo parece mantenerse seguro y controlado hasta que la vida nos sorprende cambiando, siempre lo hace. (Da Vinci, 2016)

También, el hecho de que nuestra caja se quede vacía en ciertos momentos no significa que no tengamos nada, significa que ya hemos usado lo que hemos obtenido y que nuestro propósito está en curso, está siguiendo su camino. “¿Cómo llega el hombre a conocer el camino? A través del corazón. ¿Cómo conoce el corazón? Estando vacío, unificado y quieto. El corazón nunca deja de almacenar, sin embargo algo en él permanece vacío […]” (Graham, 2013) Sólo estando vacíos podemos seguir llenándonos de aquello que nos ayuda a seguir adelante. La utilidad de la vida, está en el vacío. Esto es algo que me costó aprender, pasé días intentando comprender como el vacío lo aplicamos en las personas y comprendí que si dos personas están llenas de problemas, no pueden ayudarse, pero si una persona tiene problemas y la otra no, la que está vacía podrá servir de ayuda para la que está repleta de asuntos por resolver. El vacío hoy es parte de quién soy, intento estar vacía con el fin de ser útil, de ayudar a quien lo necesita y de aprender, y que esos conocimientos se vuelvan experiencias que ayuden a dar forma a la caja de mi vida.

Soy un ser que está aquí y que vive el ahora porque nosotros también podemos desaparecer, podemos morir y no sabemos que vendrá después. ¿Tal vez otra vida? ¿Tal vez una reencarnación? ¿Tal vez nada? Eso no lo sé y qué más da, mientras hagamos las cosas bien, no nos debe importar que nos pasará después. Mientras nos hagamos la pregunta “¿quién soy yo?” y nuestra mente piense en algo positivo, piense en que somos lo suficientemente útiles e importantes como para lograr cambios positivos en este mundo caotizado, estaremos por un buen camino. Esto es lo que soy, un conjunto de todo lo que he vivido y por ello soy única: pero no por ser especial, sino por ser diferente, porque nadie es igual a otra persona, cada uno ha vivido y ha experimentado distintas realidades, distintas situaciones que lo ha llevado a actuar de una u otra manera. Soy una persona que le encanta sonreír porque sabe que la sonrisa es la mejor arma de un héroe sin capa, porque sabe que una sonrisa puede cambiar y ayudar a las personas y, como mencioné antes, ayudar es mi propósito de vida. Esta soy yo. No soy igual que ayer, no seré igual mañana, pero mi camino está marcado por el autoconocimiento y cada día podré reconocer quién soy, y en qué me he convertido.

Soy felicidad, soy inocencia. Tal vez ahora me veo diferente y estos estados no son tan visibles como en la foto, pero son parte de mi esencia. Es lo que soy.

Referencias:

Da Vinci, M. (25 de Agosto de 2016). Todo cambia, nada permanece. Obtenido de Armonía Corporal: http://armoniacorporal.es/todo-cambia-nada-permanece/

Graham, A. C. (2013). El Dao en disputa: La argumentación filosófica en la China antigua. México: Fondo de Cultura Económica.

KASALA

YO SOY LA INDÓMITA, LA QUE LANZA EL ANZUELO Y SABE CON CERTEZA, QUE CON PERSEVERANCIA Y PACIENCIA, CONSEGUIRÁ LO ANHELADO. YO SOY LA BUCEADORA DE SUEÑOS, DE TESOROS, LA QUE NO IMPORTA QUE TAN ENNEGRECIDA ESTE EL AGUA, ENCONTRARÁ AQUELLOS ERARIOS. SOY LA DE MIRADA PENETRANTE Y SEGURA EN LA META PROPUESTA; TAMBIÉN SOY  LA HIJA DE LA TEMPLANZA, LA QUE CON ESTOICISMO SABE AFRONTAR LAS ADVERSIDADES. SOY LA QUE SE DOBLEGA ANTE LA FRIVOLIDAD DE LA HUMANIDAD,  ANTE ESA DESACRALIZADA INJUSTICIA DE LOS PSEUDOS AMOS DEL MUNDO QUE ACRIBILLAN CON TODO SU ARSENAL A LOS DESPOSEÍDOS. SOY LA MUJER, LA QUE DICE A VIVA VOZ Y CON CORAJE QUE EL MUNDO FUESE PERFECTO SI TODOS TUVIÉSEMOS EMPATÍA HACÍA NUESTRO PRÓJIMO. ESA SOY YO.
Estefanía Peralta Bravo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Publicación 8

Tesoros Los tesoros que busco son los valores. En nuestro mundo hemos perdido los principios, hemos olvidado lo importante que es lo q...